Psalms 65

Gratitud de Israel

1
1 ss. Según los LXX y la Vulgata se llama en el epígrafe: Salmo y Cántico de la Resurrección, y así es llamado hoy todavía en la Iglesia griega, sin duda por los versículos 8 s. en que Israel invita a las naciones a celebrar con él a Dios, como en los Salmos 95-98, por algo que le es de gran trascendencia, significando la derrota definitiva de sus enemigos (versículos 7 y 17). Es ignorado en absoluto ese importante acontecimiento que parece recalcado por la nota “selah” que va en tres de las cinco estrofas, y Fillion dice que “es imposible determinar, ni aun aproximadamente, cuál pudo haber sido esa liberación, siendo cierto al menos que no se trata aquí del fin de la cautividad babilónica, pues ningún detalle señala su recuerdo.”
Al maestro de coro. Cántico. Salmo.
2Aclamad a Dios con júbilo, tierras todas;
cantad salmos a la gloria de su Nombre;
dadle el honor de la alabanza.
3Decid a Dios:
“¡Cuan asombrosas son tus obras!”
Aun tus enemigos te lisonjean
por la grandeza de tu poder.
4
4. La tierra entera. Como observa Calès, “Israel sabe que un día debe salir de él la salvación para todos los otros pueblos, y por eso los invita aquí a bendecir a Yahvé por un inmenso beneficio que ha recibido”. De ahí que “todo este pasaje es mesiánico pues profetiza, al menos de una manera indirecta, la conversión de todos los pueblos al verdadero Dios” (Fillion). Cf. Salmo 71, 11.
Prostérnese ante Ti la tierra entera
y cante tu Nombre.
5
5. Sublime: El adjetivo, más que para los designios, se usa como alabanza al mismo Dios que los concibió. Así también Calès, Ubach, etc. Los LXX y la Vulgata dicen: terrible, refiriéndose a la venganza que Él ha tomado sobre los enemigos de Israel. En esta predilección que muestra Dios por su pueblo, como la muestra también por las almas débiles, perseguidas, humildes, llegando en su misericordia con sus amigos hasta tomar terribles venganzas sobre sus enemigos, vemos explicado un punto fundamental de la doctrina evangélica: si Jesús prohíbe toda venganza y hace obligatorio el perdón, aun hasta la renuncia del propio derecho, no es para que triunfe impunemente la injusticia, sino porque Dios se encarga de la venganza. Véase por una parte Mateo 5, 39 ss.; 6, 14; 7, 2; Eclesiástico 28, 1 ss.; Romanos 14, 4; I Corintios 6, 6 s.; y por la otra Romanos 12, 19; I Tesalonicenses 4, 6; II Tesalonicenses 1, 6-8; Salmos 67, 6; 102, 6; 108, 1.
Venid y contemplad las hazañas de Dios;
sublime en sus designios sobre los hombres.
6
6. Alusión a dos episodios importantes de la historia de Israel para confirmar la idea general del Salmo (cf. Salmo 67 y nota): la salida de Egipto con el paso del Mar Rojo (Éxodo 14 y 15), y la entrada de los hebreos en Palestina con el paso del Jordán (Josué 3, 5-47).
Trocó en tierra seca el mar;
el río fue cruzado a pie enjuto.
Alegrémonos en Él.
7Reina con su poderío para siempre;
sus ojos observan a las naciones,
para que los rebeldes no levanten cabeza.
8
8 s. En estos dos versículos se contiene íntegro el breve Salmo 116 en que Israel, colmado de gratitud, invita, como es frecuente en los Salmos mesiánicos, a las naciones gentiles para que alaben a Dios por las maravillas que ha obrado con él. “Es sin duda porque la vocación privilegiada de Israel debe terminar finalmente en la salvación de todo el universo” (Calès). Mantuvo en vida: Nácar Colunga: Él ha conservado nuestra vida, es decir, sin que perezcamos del todo (cf. versículo 20 y nota) no obstante los grandes desastres que recuerda a continuación. Así vemos aún hoy a ese pueblo como un testimonio, como el “reloj de Dios a través de la historia”. Cf. Romanos 11, 15 y 25.
Bendecid, oh naciones, a nuestro Dios,
y haced resonar su alabanza,
9porque Él mantuvo en vida a nuestra alma,
y no dejó que vacilara nuestro pie.
10Pues Tú nos probaste, oh Dios,
nos probaste por el fuego,
como se hace con la plata.
11Nos dejaste caer en el lazo;
pusiste un peso aplastante
sobre nuestras espaldas.
12
12. En los monumentos egipcios y asirios vemos cómo el vencedor en su carro triunfal pasa sobre los cuerpos de los vencidos. Véase sobre esa humillación de Israel la promesa del profeta Isaías (51, 23).
Hiciste pasar hombres
sobre nuestra cabeza;
atravesamos por fuego y por agua;
mas nos sacaste a refrigerio.
13Entraré en tu casa con holocausto,
y te cumpliré mis votos,
14los que mis labios pronunciaron
y prometió mi boca
en medio de mi tribulación.
15
15. Cf. Salmo 50, 21; Ezequiel 44, 18, etc.
Te ofreceré pingües holocaustos,
con grosura de carneros;
te inmolaré bueyes y cabritillos.
16
16. Preciosa lección que coincide con la del arcángel Rafael (Tobías 12, 7) y la del mismo Jesucristo al endemoniado de Gerasa (Lucas 8, 39). De ahí la norma: “Contemplata aliis tradere”, que propone Santo Tomás de Aquino para la predicación: trasmitir a los demás las luces que Dios nos ha dado en la oración y el estudio de sus divinas Palabras.
Venid, escuchad todos
los que teméis a Dios;
os contaré cuan grandes cosas
ha hecho por mí.
17
17 s. Estaba pronta , etc.: Así el Texto Masorético (Calès, Vaccari, etc.). Cf. Zacarías 12, 10; Ezequiel 11, 19; 36, 26, etc. Ubach lo señala igualmente, si bien prefiere el texto crítico según Duhm, que traduce: Él me exaltó por sobre los que me odian, y supone que el estiquio debe agregarse como complemento al versículo 12. Sobre esta disposición para orar (versículo 18), véase Santiago 4, 8; I Juan 3, 21 s.; 5, 14 s.
Clamé hacia Él con mi boca,
y su alabanza estaba pronta en mi lengua.
18Si mi corazón
hubiera tenido en vista la iniquidad,
el Señor no me habría escuchado;
19pero Dios oyó;
atendió a la voz de mi plegaria.
20
20. Y no retiró de mí su misericordia: Como en el versículo 9, Israel se congratula de que su Dios no dejó que su caída fuese para siempre. Véase lo que Dios dice a David sobre Salomón en II Reyes 7, 14 ss., comparándolo con el réprobo Saúl (cf. Salmo 88, 31-38). Es lo que vemos también en los versículos 13 y 18 del Salmo 117 (citado por Jesús en Mateo 23, 39), de asunto semejante al del presente Salmo, cuyo universalismo (cf. versículos 5 y 6), conviene a la época en que profetizaba Isaías, el vidente mesiánico por excelencia, que “vio con su grande espíritu los últimos tiempos y consoló a los que lloraban en Sión” (Eclesiástico 48, 27 s.). Cf. Isaías 35, 5 y nota. Ello confirma que se asigne a este Cántico una fecha anterior al cautiverio de Babilonia.
Bendito sea Dios,
que no despreció mi oración
y no retiró de mí su misericordia.
Copyright information for SpaPlatense